De las almohadas de lactancia podemos decir que es un producto que ayuda a las mujeres en el gratificante camino que es alimentar a su hijo de forma natural.
El uso de un cojín de lactancia puede ayudar con la postura del bebé, a prevenir problemas con la lactancia y hace que
sea una experiencia más cómoda para ambos.
Sin embargo, no todas las almohadas son iguales, en
diferentes situaciones hay que optar por una u otra, no es lo mismo para niños
prematuros que para gemelos, para dar el pecho o el biberón.
Cada mama además encontrará la postura que le resulte más cómoda,
lo que es importante es que el bebé se encuentre
en la posición correcta. El uso de la almohada
adecuada para la lactancia evita cualquier estrés a la
madre y al niño favoreciendo una relación afectiva íntima y exclusiva.
Hay almohadas que además son evolutivas: después de
amamantar al bebé puede este colocarse sobre el cojín donde permanece con la
cabeza ligeramente levantada para facilitar la digestión o incluso cuando ya es más mayorcito y
empiece a sentarse le ayudará al principio para mantener el equilibrio. Las hay
incluso que las puedes aprovechar durante el embarazo ayudarte a dormir.
Diferentes casas ofrecen estos productos desde Chicco con su
almohada Boppy, Jané con la almohada 4
etapas ó Redcastle y su Cojín de
lactancia Big Flopsy y puedes encontrar
muchos otros en variados colores.
Como siempre la pregunta es, se puede prescindir de esto? Pues
claro que sí, pero porque no disfrutar de este
momento mágico con tu bebé de la manera más cómoda posible….
No hay comentarios:
Publicar un comentario